Hace un tiempo lo nuestro tenía cierto sentido. Yo me
acostaba pronto y no me molestaba que me despertases en mitad de la noche para
liberar mi necesidad; solo tú sabes cómo satisfacerme y acabar con los suspiros
mientras sueño.
Pero últimamente casi no coincidimos. Tú has decidido
compartir tu tiempo con otras personas ávidas del calor que ofreces en este
invierno que comienza a despedirse.
El problema no es que ya no vengas a mí; el problema es que
tampoco apareces cuando soy yo el que va a buscarte. No estás en los mismos
lugares de siempre ni tampoco apareces a ninguna hora del día. Últimamente he
estado buscándote en sitios desconocidos para mí y a horas en las que uno nunca
sabe si es demasiado tarde o demasiado pronto.
¿Dónde estás, inspiración?
No hay comentarios:
Publicar un comentario