miércoles, 5 de febrero de 2014

El desencuentro con uno mismo

A veces leo esta sección y opino que el mayor desencuentro posible es el que uno siente consigo mismo. Hay dos formas de afrontarlo: aceptarlo y encontrar una solución, o echar la culpa a los demás.

Los desencuentros suelen interpretarse como algo negativo, que lo son, pero pocas personas saben buscar ese lado positivo que conlleva todo desencuentro, pues cada cosa en la vida sucede por alguna razón aunque no seamos capaces de comprenderlo en ese instante.

¿Por qué no nos acercamos a esa persona que nos llama la atención, y sin embargo, publicamos un anuncio en esta página con la esperanza no solo de localizar a esa persona, sino que además ésta, si nos llegase a responder, tuviera una buena impresión de nosotros por actuar así?

A veces, las personas se cruzan en nuestras vidas en repetidas ocasiones. A quién no le ha sucedido, por ejemplo, sentarse al lado de una persona en algún transporte público, que se baje en la misma parada y que ambos caminos convergen en la misma dirección durante varios metros. Puede ser casualidad, o no. Podría tratarse de esa relación ideal de amistad, pareja o laboral que buscamos en nuestras vidas, y aunque la propia vida nos la pone delante no somos capaces de alcanzar a ver.

Pero es algo normal. Se conoce que solo utilizamos un 10% del potencial de nuestro cerebro, no es culpa nuestra el instinto, pero con dicho conocimiento, quizá podemos cambiar nuestros desencuentros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario